El 31 de marzo pasado el esquiador internacional, Simone Origone, impuso en las imponentes pendientes de Vars, Francia, el nuevo récord del mundo, al realizar un descenso a velocidad de 254.4 km/h y rompió la marca que el mismo había trazado en 2006.
En entrevista para Red Bull, Simone Origone, comentó que desea llevar aún más al extremo sus habilidades y buscará implantar una nueva marca ya que comenta que lo hecho en marzo anterior puede superarse porque las condiciones del clima en ese día a pesar de haber sido buenas pueden mejorar y así buscar ampliar su impresionante récord.
"Este año las condiciones fueron buenas, pero no perfectas. Se puede esquiar más rápido. Desde que cerraron la pista de kilómetro lanzado de les Arcs en 2007, no había manera de realizar un récord. Necesito recuperar estos ocho años perdidos".
El deportista de 34 años de edad agregó que se encuentra feliz de ser "el hombre más rápido del mundo sin ayuda de ningún motor y asegura que puede alcanzar velocidades que vayan de los 260 a los 270 km/h, si la pista es "lo suficientemente larga y rápida".
El esquí es un deporte que requiere de gran carácter y personalidad, para enfrentar los desafíos que representa la poder controlar los esquís a altas velocidades y maniobrar de forma adecuada para obtener las mejores puntuaciones, en el caso de Origone, la dificultad es aún mayor al viajar a una velocidad comparada a lo que regularmente compite un automóvil de la Fórmula 1.