Valery Rozov, saltador base y volador wingsuit, sorprendió al mundo, pues se convirtió en el único en saltar el Kilimanjaro, la montaña solitaria más alta del mundo.
El ruso inició el salto desde la cima de la Western Breach Wall, el punto de salida más cercano y apto para volar, por lo que viajó en horizontal una distancia superior a 3 km para aterrizar en el popular Barranco Camp, después de una caída libre de más de un minuto.
"Preparé el salto durante un año. Así que, como puedes imaginar, cuando lo he logrado he tenido un sentimiento muy especial. Estoy muy emocionado por lo que he hecho", declaró tras conseguir la proeza.
El salto del Kilimanjaro es un logro más a su extensa trayectoria. Su hazaña reciente había sido el salto BASE desde el Everest.
En 2013, también saltó desde el Monte Changtse, uno de los picos auxiliares del Everest, terminando con éxito el primero vuelo wingsuit de esta montaña.