En una pelea para el recuerdo, Johny Hendricks se convirtió en campeón Welter de la UFC, tras vencer por decisión unánime a Robbie Lawler, en el American Airlines Center de Dallas, Texas.
No hubo tregua para ninguno de los dos gladiadores, quien desde el primer segundo se dedicaron a intercambiar golpes con combinaciones a la cabeza; sin embargo, fue Hendricks quien salió mejor librado y conectó los golpes más certeros, mostrando variedad en el castigo y combinando los puños con rodillazos a la cabeza de su rival, quien sufrió de más en los primeros dos giros.
"Agradezco el apoyo de mi equipo, de mi familia y de los aficionados. Robbie es un gran peleador y yo hice lo necesario para convertirme en campeón", expresó Hendricks tras el combate.
Poco a poco Lawler fue emparejando la batalla, entendió que el camino era tirar el jab de derecha para penetrar la guardia del local, y rematar con rectos y volados de izquierda, que fue como hizo daño, al grado de que le provocó una cortada de tamaño considerable en el pómulo derecho.
"Creo que yo gané la pelea, pero los jueces no vieron eso así que me gustaría una revancha", dijo Robbie Lawler ante el apoyo de un sector del público que no estuvo de acuerdo con la decisión de los jueces.
Tras cuatro episodios de dinamita pura, Hendricks estaba más lastimado, sangraba de la boca y del corte en la cara mientras que su rival estaba limpio y físicamente mejor; sin embargo, cerca del final del quinto round, sacó la casta y conectó una par de combinaciones al rostro de su rival que lo hicieron tambalear.
Ahora Hendricks ocupa el lugar que dejó el legendario Georges St-Piere, quien dejó vacante el cetro que defendió en nueve ocasiones al anunciar su retiro temporal.
