Ilia Topuria mantuvo su promesa y retuvo el título de peso pluma al noquear a Max Holloway en una pelea que, como se esperaba, fue de alto nivel y no defraudó. El hispano-georgiano había prometido un nocaut al estadounidense, y cumplió.
Desde el inicio del combate, Topuria dejó clara su estrategia al invitar a Holloway a un intercambio en el centro del octágono, un reto que el hawaiano evitó.
Ambos luchadores protagonizaron un primer asalto intenso, en el que Holloway se mostró ligeramente superior en golpes conectados, probablemente favoreciendo su puntuación en las tarjetas de los jueces.
Sin embargo, en el segundo asalto, Topuria se enfocó en su plan de pelea, conectando patadas a las piernas y reduciendo la distancia. Logró dominar en los intercambios y se llevó el round.
El tercer asalto fue decisivo. Con la misma intensidad de pie, Holloway intentó mantenerse firme, pero fue superado por el poder de Topuria.
Apenas un minuto y medio después del inicio de este round, Topuria demostró por qué es considerado el mejor peleador de su división (y quizás el mejor “libra por libra” de la UFC), sellando su victoria con un espectacular nocaut sobre Holloway.