En la primera pelea de la cartelera principal, el cubano Yoel Romero dio una estupenda exhibición de pelea en todos los estilos, lo que le dio una victoria por decisión unánime sobre Brad Tavares.
Romero es fiel creyente del poder de Jesucristo, de hecho al final de la pelea hizo una señal en la que indica 'no soy, es Jesús'. Ganador de la medalla de plata en lucha dentro de los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, el caribeño conectó los mejores golpes desde el inicio de la batalla. Su juego de piernas y combinaciones al momento de lanzar los puños comenzaron a hacerle daño a Tavares.
En el segundo asalto el cubano le propinó un tremendo codazo en el costado izquierdo de la cabeza a su rival, que le produjo una herida de consideración ya que comenzó a sangrar de forma constante.
En el último round, el apodado 'Guerrero de Dios' se inclinó por pelear a ras de piso. Sabiendo que la victoria era suya, optó por no arriesgar y asegurar el triunfo que le permite mejorar su marca personal a 8-1 y 4-0 desde que pelea en la UFC.
Si fuese por la edad (36 años) Romero sería una potencial figura en este circuito.