El Vans US Open concluyó apenas el pasado 3 de agosto y como en cada año nos dejo un gran sabor de boca con las ejecuciones que se pudieron observar y el Bowl californiano, sede del evento presenció grandes acrobacias.
El Bowl fue construido especialmente para este festival internacional, con hormigón directamente sobre la playa para darle mayor identidad al ya tradicional concurso y los riders se dieron vuelo con cada curva.
Al tratarse de este tipo de escenarios donde se desarrolló la competencia el estilo, la fluidez y las líneas tuvieron más peso en las calificaciones que los propios trucos en sí, de esta forma riders como Matt Roe y Kevin Kalkoff, tuvieron una merecida oportunidad para brillar.
Al final, un auténtico californiano y toda una leyenda, como Gary Young, se llevó el gato al agua. Ganó gracias a una primera pasada absolutamente increíble, una demostración impecable de velocidad y estilo propio, que rezumaba la esencia de sus raíces en Dirt Brothers.
Segundo fue Chase Hawk, el titán de Austin, que ya había vencido en la competencia de Bowl de los X Games este mismo año. El tercer puesto fue para un recién llegado: Jason Watts, de Australia.
El favorito del público congregado era Kris Fox, el chico local, rodó más rápido y voló más alto que el resto. Dennis Enarson se adjudicó el premio a la mejor línea con un gap espectacular para entrar al Bowl, pero lamentablemente, se lesionó en los entrenamientos antes de la final y se tuvo que retirar.