Empujados siempre por el corazón, los seleccionados de Gales lograron su primera victoria en una Eurocopa; Gareth Bale y Robson-Kanou fueron los principales precursores de dicha hazaña.
Desde temprano en el encuentro se adelantaron los del Reino Unido; un potente cobro de tiro libre fue el que abrió la puerta al triunfo; Bale anotó al 10' con ligera colaboración del portero y dictó los pasos en los que transcurriría el duelo.
Tras varios minutos intentando, Eslovaquia igualó los cartones gracias a un sobrio tiro de Duda; el eslovacomandó el balón a las redes desde el interior del área y el guardameta galés nada pudo hacer para evitar la caída de su marco.
Kanu apareció al 81', cuando el partido culminaba, al encontrarse de frente con un balón cedido por Ramsey; el remate fue poco ortodoxo, pero igual entró a la portería para dictaminar la primer victoria roja del campeonato.