'Stalkear' es uno de los anglicismos más usados en los últimos años, desde que la interacción entre los seres humanos se mudó a las plataformas digitales la vida privada quedó de lado, exponiendo no sólo nuestras aventuras sino también información sensible sobre nuestro estilo de vida.
Dicha palabra proviene del verbo en inglés conocido como 'stalking' que significa 'acechar' o 'espiar', palabras que no están relacionadas con actos humanos positivos, debido a que desencadenan patrones de conducta no deseados hacia una persona colocándola en una situación incómoda, de miedo o incluso de peligro al sentirse o saber que es vigilada.
Todos hemos sentido curiosidad por conocer más sobre alguien que nos llame la atención, el problema comienza cuando se desarrolla la obsesión de estar pendiente y a la espera de información sobre la vida de los demás.
'Stalkear' puede deteriorar la salud mental, encaminar a la depresión, mantenerse en un estado de constante comparación, provocar ansiedad y baja autoestima.
Aunque los usuarios de las redes disfruten compartir detalles de su vida y estén de acuerdo con que otros usuarios puedan ver el contenido de sus perfiles, no es sano que bajo el anonimato se invada la privacidad de otros sin tener certeza de quien lo hace y con qué intenciones.
Contrario a ser 'stalker' debemos tomar en cuenta que nosotros podríamos estar siendo 'stalkeados', por lo que es importante configurar la privacidad en redes, pensar dos veces en compartir tu geolocalización y evitar compartir tus rutinas.
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