En la mayoría de los hogares latinoamericanos, es común escuchar el término "michi" para referirse cariñosamente a los gatos, pero pocos conocen su origen en México y su conexión con lenguas nativas. Este apodo, que resuena en el corazón de los amantes de los felinos, encuentra sus raíces en las lenguas maya, purépecha, tarahumara, náhuatl y otomí, donde se pronuncian variantes que suenan parecido a "michi". Cada una de estas palabras, como "miis", "misitu", "mìisi", "miztli" y "mixi", tiene el mismo significado en su respectiva lengua: gato.
El término "michi" también tiene una interesante leyenda detrás, que se remonta a la invasión española al imperio Inca en 1532. Se dice que los españoles llevaban consigo felinos a los que llamaban con sonidos parecidos a "mishi", lo que llevó a los incas a creer que ese era el nombre de estos animales. A pesar de esta versión, es crucial destacar que los gatos tenían un profundo significado en la época prehispánica mexicana, siendo los pumas, jaguares y ocelotes animales sagrados y venerados por su valor cultural y espiritual.
Desde el punto de vista etimológico, la palabra "gato" proviene del latín "cattus", relacionado con conceptos de astucia, habilidad e ingenio. Aunque en el Imperio Romano se llamaba "feles" o "felinus" a los felinos salvajes, el término "gato" se utilizaba para los domésticos.
Actualmente, podemos encontrar términos similares a "gato" en diversos idiomas alrededor del mundo, como "katze" en alemán, "gatu" en asturiano, "kot" en polaco, "kate" en lituano, "koshka" o "kot" en ruso, "chat" en francés, "cat" en inglés, "gatto" en italiano, entre otros.
La historia de los gatos y su relación con los humanos
Los gatos tienen una historia milenaria que se remonta a miles de años atrás. Aunque se cree que su domesticación ocurrió entre 4,000 y 9,000 años atrás, mucho después de la domesticación de los perros, estos felinos se han convertido en compañeros leales y adorables para muchos.
El linaje felino se extiende hasta hace aproximadamente 25 millones de años, cuando el antecesor común, el "proailurus lemanensis", habitó Asia y Europa. A lo largo del tiempo, los gatos han evolucionado en diversas especies, incluyendo leopardos, panteras y leones.
Actualmente, se estima que alrededor de 500 millones de gatos conviven en hogares alrededor del mundo, a pesar de su naturaleza cazadora y su independencia. Existe incluso un mito que sugiere que los gatos se domesticaron por elección propia, buscando la comodidad de un hogar y alimento sin perder su independencia.
La domesticación de los gatos se cree que comenzó en Egipto, donde estos felinos se ganaron un lugar en los graneros al ayudar a controlar las poblaciones de roedores. Con el tiempo, los gatos fueron apreciados como deidades protectoras por su mirada enigmática y penetrante, lo que los llevó a ser llamados "Mau", que significa "ver" en la antigua lengua egipcia.
En resumen, el término "michi" tiene sus raíces en las lenguas nativas de México, y a lo largo de la historia, los gatos han evolucionado desde sus antecesores prehistóricos hasta convertirse en los entrañables compañeros de los hogares modernos, manteniendo su misteriosa y cautivadora presencia en la vida humana.
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