Disfrutar del deporte de alto rendimiento es un elemento clave para obtener los mejores resultados y, sobre todo, lograr una carrera exitosa. No se trata únicamente del gozo del deporte como tal, sino del estilo de vida que implica el alto desempeño: Largas concentraciones, práctica diaria, alimentación sana, el descanso adecuado, la competitividad extrema y el convivir con la constante presión del entorno.
Hay diversos estudios sobre la importancia del disfrutar lo que se hace y sus efectos. En primer lugar, el gozo al hacer las cosas está ligado a la producción de endorfinas, poderosos analgésicos bioquímicos segregados por el cerebro. El autor Jack Lowson, en su libro “Endorfinas” las ha llamado la droga de la felicidad y son fuente indispensable para sentirse bien.
En segundo lugar, está la creación de una experiencia óptima o de fluir. El psicólogo de Chicago Mihaly Csikszentmihalyu, también lo relaciona con disfrutar de lo que se hace: “Tener una experiencia óptima es un estado en el que la persona se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer y disfrute, durante la cual el tiempo vuela y las acciones, pensamientos y movimientos se suceden unas a otras sin pausa”. Este es el estado al que los mejores atletas se refieren cuando se sienten en plenitud y logran su mejor desempeño.
Hay algunos factores que disminuyen la capacidad de disfrutar. Uno de ellos está relacionado con el balance de vida. Cuando se abusa del tiempo y se participa en competencias continuas en las que se percibe un proceso interminable, se genera un agotamiento físico y mental que no permite que se disfrute más de la actividad que se realiza. Un segundo factor es cuando se entra en una racha perdedora en el que se percibe que tanto esfuerzo no está valiendo la pena, la autoestima del atleta disminuye e inician los cuestionamientos sobre el sentido de lo que se hace.
Un tercer factor que influye mucho también está relacionado con la presión social, cuando los aficionados a través de las redes o los medios de comunicación se ensañan con el atleta, se generara un desasosiego que hace que se pierda la paz mental y, por ende, se acabe el gozo. Por supuesto que hay muchos otros factores que inciden en el disfrute del alto rendimiento, pero, estos tres, son de los más comunes que podemos encontrar.
Es importante cuestionarnos cuando se deja de gozar algo que antes sí se disfrutaba. Buscar el origen de lo que nos afecta en alguno de los factores mencionados para poder tomar acción precisa sobre lo que tiene que ajustarse en el ritmo de trabajo, los resultados que se obtienen o en el manejo de la presión.
Estimados lectores y lectoras, disfrutar de lo que se hace genera un círculo virtuoso que genera una fuente inagotable de satisfacción que se liga de manera directa al resultado que obtenemos.
El viejo paradigma de que hay que fregarse a toda costa para lograr algo va perdiendo peso. El disfrute y el gozo son ya innegables como fuente de inspiración y de mantener el deseo de pagar el extenuante precio de ser un atleta de alto rendimiento en el deporte y en la vida.
“Revitalízate, vuelve a la esencia de lo que te da el éxito”.
