Se demostró una vez más que el futbol se disfruta mejor en Chili’s. La afición vivió con mucha emoción el triunfo del América sobre Chivas en el Clásico Nacional.
Antes del silbatazo inicial, las alitas y las hamburguesas salían para el deleite de los espectadores que esperaban ver un maravilloso juego.
Durante el duelo todo era tensión, uno que otro tocaba lo que habían pedido, pero sin hacerle mucho caso ya que la atracción era el partido; eso sí, los meseros no dejaban de traer bebidas para refrescar la garganta de los comensales que añoraban con gritar un tanto de su equipo.
Pese a que el marcador se fue en ceros en la primera mitad, el ánimo no decaía e incluso se escuchaban algunos gritos de apoyo.
Para la parte complementaria todo fue distinto. El gol de Cisneros hizo que la temperatura se elevara.
Sin embargo, la sonrisa se les borró del rostro, cuando en dos minutos las anotaciones de Oribe y Renato sentenciaron el juego. Ahí, la nación azulcrema explotó y los meseros se volvían locos con los pedidos de los aficionados.
América ganó y Chili’s fue testigo de cómo los americanistas se iban con el estómago lleno y el corazón contento.
