En el corazón de los momentos más entrañables y memorables que compartieron Enrique Burak, Pepe Segarra y Toño de Valdés, se encuentra una anécdota que resuena especialmente entre los seguidores de su podcast en TUDN.
Enrique Burak nos lleva de vuelta al día en que, accidentalmente, rompió el submarino amarillo de Lego de Pepe Segarra, un objeto que no solo era un modelo a escala sino también una representación del cariño y la camaradería que existía entre los tres amigos.
Este incidente, que podría haberse convertido en motivo de tensión, en su lugar se transformó en una demostración de la profunda amistad y entendimiento mutuo que caracterizaba su relación.
Burak, preocupado por el daño involuntario causado, recuerda: "siempre tenía mucho cuidado, con cosas de Pepe... pero de pronto agarré el submarino y se rompió en mil pedazos, yo preocupadísimo... el caso es que reuní todas las piezas y las personas no saben que se lo regresé luego luego ya armadito", contó a RÉCORD.
BURAK Y TOÑO DE VALDÉS AYUDARON A SEGARRA A COMPRAR CASCO DE JOE NAMATH
Pero la amistad entre estos íconos del periodismo deportivo se extendía mucho más allá de las travesuras y los momentos compartidos frente a las cámaras. Enrique recuerda otro gesto significativo que tuvo junto a Toño de Valdés, dirigido hacia la admiración que Pepe Segarra sentía por Joe Namath, el legendario quarterback de los New York Jets.
"Durante años en la feria de NFL experience tienen una zona de memorabilia... y así se pasaron los años y el casco ahí seguía, Con Toño le dijimos a ver Pepe ya, es demasiado tiempo te cooperemos y se compró su casco de Joe Namath," comparte Enrique, subrayando el apoyo incondicional entre amigos.
Estas historias, llenas de humor, empatía y generosidad, pintan un cuadro de la dinámica única que 'Los Tres Amigos' compartieron, una que trascendió el ámbito profesional para convertirse en una verdadera fraternidad. La partida de Pepe Segarra hacia Fox Sports, si bien marca el final de una era en TUDN, no hace más que resaltar la fortaleza de los lazos que unieron a este trío inigualable.
La nostalgia por los días compartidos, los regalos significativos y las anécdotas inolvidables como la del submarino amarillo de Lego permanecen como testamento de su inquebrantable camaradería y del impacto perdurable que tuvieron no solo entre ellos, sino en el corazón de sus seguidores.