Myles Garrett sabe que es afortunado. Su vida podía ser muy diferente hoy o incluso haber terminado.
En su primera conversación con reporteros desde que perdió el control de su Porsche y lo volcó tras el entrenamiento del lunes, el defensive end estrella de los Browns de Cleveland prometió cambiar su conducta después de sobrevivir a un choque que él mismo provocó por manejar a exceso de velocidad.
“Definitivamente estoy agradecido de estar aquí”, dijo Garrett el viernes después de que los Browns entrenaran sin él.
Garrett sufrió una torcedura en un hombro, una distensión en el bíceps y laceraciones así como una ruptura en un vaso sanguíneo en el ojo izquierdo durante el accidente automovilístico en un camino rural cerca de su casa después de una práctica.
“Esta será definitivamente una llamada de atención para despertar, y para ser más inteligente al manejar”, dijo el jugador de 26 años, quien ha sido multado en múltiples ocasiones por exceso de velocidad en los últimos años. “No daré nada por sentado. Estoy agradecido de poder estar aquí y me tomaré mi tiempo”.
De no haber sido porque traían el cinturón de seguridad, tanto él como la mujer que lo acompañaba posiblemente no habrían salido vivos del accidente, consideró Garrett.
“Con lo que vi, las fotografías (del auto), creo que fue un gran percance y estoy agradecido de que no solo estoy vivo, sino de tener a mi familia y a todo ese gran sistema de apoyo que me rodea y solamente mantenerme firme y enfocado para pensar en el día a día”, dijo.
A pesar de sus lesiones y de no haber entrenado en los últimos tres días, Garrett ha sido reportado por los Browns (2-1) como cuestionable para el encuentro del domingo, una visita a los Falcons de Atlanta (1-2).
El entrenador en jefe Kevin Stefanski dijo que el personal médico de los Browns verá cómo responde Garrett al descanso y a tratamientos en los próximos días antes de decidir si jugará. Los Browns tienen planeado viajar a Georgia el sábado.
Garrett superó el protocolo de conmoción después del accidente. Sigue un poco adolorido, pero se siente mucho mejor y le gustaría enfrentar a los Falcons.
“Eso depende de los médicos y de los entrenadores. Si dependiera de mí, me encantaría ir. Ese es mi espíritu competitivo y mi naturaleza. Físicamente hay que valorar eso de cara al partido hoy, mañana y el domingo”.