Lionel Messi y su novia de toda la vida, Antonella Roccuzzo, tendrán una boda de ensueño el viernes por la noche en un lujoso hotel y casino, a la que están invitadas figuras del deporte y del espectáculo.
La sede del casamiento, convertida en fortaleza por las estrictas medidas de seguridad, se ubica cerca del barrio pobre 17 de Agosto, donde comenzaron a reunirse los curiosos, muchos de los cuales llevaban sus teléfonos celulares con el sueño de captar a la distancia alguna imagen del propio futbolista o de sus invitados famosos.
La boda en la ciudad argentina de Rosario ofreció en su antesala escenas que permitieron recordar los orígenes del futbolista, surgido de una familia de clase media-baja en esta ciudad y transformado en celebridad por su enorme talento con el balón.
Unos 250 invitados asistirán al casamiento entre Messi y Roccuzzo, la madre de sus hijos Thiago, de 4 años, y Mateo, de uno. Entre otros compañeros de Leo que estarán presentes figuran el brasileño Neymar y el uruguayo Luis Suárez.
Se admitirá a 150 periodistas, sujetos a estrictas reglas y quienes no tendrán acceso directo a la ceremonia ni a la fiesta, que es el tema del año en Rosario, donde nació también Roccuzzo.
Antonella es la prima de un amigo de Messi y los dos pasaban mucho tiempo juntos desde la niñez. Se mantuvieron en contacto cuando el futbolista se fue a España de adolescente y a fines de los años 2000 iniciaron una relación romántica, supuestamente cuando el astro blaugrana regresó a Argentina tras la muerte de un estrecho amigo de su ahora esposa, en un accidente de tráfico.
Roccuzzo finalmente se instaló en Barcelona con él. Los innumerables compromisos deportivos de Lionel Messi derivaron en que el casamiento se fuera postergando hasta que finalmente fue posible organizarlo.
La pareja ha pedido que solo les regalen donaciones para la fundación benéfica que lleva el nombre del futbolista.