Max Verstappen, piloto de la escudería Red Bull, experimentó lo que es ser mexicano por un día y llegó en microbús al Autódromo Hermanos Rodríguez, donde aprovechó para comer los típicos tacos de canasta y hasta se unió al reto de los toques-toques.
Acompañado del piloto mexicano, Memo Rojas; del personaje de la lucha libre nacional, Místico, y de un grupo de mariachis, el volante holándes recorrió las calles de la Ciudad de México hasta su arribo al AHR, donde este domingo se vivirá la emoción del Gran Premio de México.
Verstappen se sumó a las actividades de la vida diaria de la población capitalina y, a su llegada al circuito de la Magdalena Mixhuca, fue cobijado bajo el ritmo de 'Cielito Lindo', caminó por las intalaciones con el clásico sombrero de mariachi, hasta finalizar en el espacio dedicado a su equipo.
En la actual temporada de la F1, el piloto se encuentra en la sexta posición de la clasificación con 123 puntos.