John Berk, un fanático estadounidense diagnosticado con cáncer, soñaba con viajar a Inglaterra y ver al equipo de sus amores, el Manchester United.
El joven recaudó dinero para poder pagar el viaje a Europa, mientras que sus amigos hicieron el resto. Lograron contactar a jugadores de la plantilla del club inglés, y así, conseguir entradas para el partido contra Brighton.
Es ahí donde apareció Marcus Rashford, quien le prometió a Berk y sus amigos boletos para el partido.
También, el delantero pidió ayuda a Gary Neville, dueño del Hotel Football, donde lo jóvenes estadounidenses pudieron hospedarse.
El día del partido llegó; Berk y sus amigos pudieron ver a su equipo ganar en Old Trafford, además de posar con Rashford y recibir una playera firmada.