La leyenda del boxeo mexicano, Julio César Chávez, vivió una época donde las drogas y el alcohol en su vida estaban al por mayor, mismo que tiempo después encontró la rehabilitación y se ha mantenido alejado de las mismas, y se ha dedicado a ayudar a la gente con el mismo problema.
Objetivo que aún no ha logrado con su hijo, Julio César Chávez Jr., pero el exboxeador aseguró que está en ello, aunque se lamentó de no ayudarlo antes.
“Hice muchas cosas mal, saben mi pasado que no es grato, pero no me arrepiento de nada porque Dios me dio otra oportunidad de vida y eso me ha permitido ayudar a mucha gente con el mismo problema que yo”, mencionó el también comentarista de TV Azteca.
“Aunque lástima que no he podido ayudar a mi hijo todavía, pero en eso estoy. No hay que dejar que nuestros hijos empiecen con esos temas porque está cabrón detenerlo”, agregó.
Por último, señaló que él nunca quiso que sus hijos fueran boxeadores, pero que por el ambiente en el que crecieron no lo pudo evitar,
“Yo no quería que mis hijos pelearan, pero cómo quitarle el sueño a un niño que toda su vida vio a su padre boxeando, ellos crecieron viendo eso y quieren ser como su padre. Al principio me opuse, pero cuando los hijos te lloran se te bajan los pantalones”, finalizó Julio César Chávez.