En 1993, Jesús Christian, un hombre brasileño que intentó ser futbolista, tuvo que tomar la difícil decisión de casarse para poder conseguir el pase comunitario y así jugar en Portugal. Todo estaba arreglado con una mujer; sin embargo, ésta no se presentó a la cita y Jesús contrajo matrimonio con un hombre.
“Fue un caso curioso en la época. En realidad era una costumbre, no sé si se sigue haciendo. Teníamos 17 o 18 años y llevábamos seis meses o más en Portugal, por lo que ya podíamos pasar por el proceso si queríamos. El club nos preguntó si podríamos casarnos, no sólo a Christian, sino a todos los brasileños”, declaró el exzaguero Rodrigo Costa, compañero en ese entonces de Christian.
“Le tocó a él por azar, era el primero de la fila. Fue muy divertido el día. Yo era uno de los testigos y la mujer con la que se iba a casar no apareció. Por eso ella acabó siendo representada por un hombre, tal vez alguien del club”, sentenció Costa entre risas al recordar el episodio.
Jesús y Rodrigo estaban a prueba con el Marítimo y el pase comunitario lo ayudaría a debutar con el primer equipo sin los contratiempos por ser extranjero. El hecho trascendió hacia la justicia portuguesa, quienes investigaron si la boda era un fraude.
Para su mala suerte, Christian no llegó a estar en la primer plantilla, la boda no sirvió para nada.
Jesús se convirtió en un trotamundos del futbol, llegando a compartir vestuario con el legendario Anelka en el PSG. Ahora se dedica a la industria de la construcción en Brasil.