A lo largo de su historia, la capacidad y dimensiones del Estadio Azteca le han permitido no sólo poder albergar eventos deportivos, sino también espectáculos musicales que han reunido a millones de personas.
A partir de 1983, el Azteca ha acogido diversos recitales que han pasado a formar parte de la historia del recinto; no obstante, en el año de 1993 se vivió algo sin igual que marcó por siempre al Coloso de Santa Úrsula y que hasta el momento es recordado como el mejor suceso musical ahí vivido: la visita del ‘Rey del Pop’, Michael Jackson.
En aquel año, el artista estadounidense vino por primera vez a tierras mexicanas y ofreció no sólo uno, sino cinco conciertos en el Azteca que reunieron a más de medio millón de personas; logro que hasta el momento nadie más ha podido repetir.
Como parte del ‘Dangerous World Tour’, Michael Jackson permitió vivir algo único en la Ciudad de México del 29 de octubre al 11 de noviembre de 1993, gracias, en buena medida, a una calidad y tecnología que para la época eran algo sorprendente, como pantallas gigantes que formaban parte de la producción, así como juegos de luces y bocinas de más de 25 metros encargadas de expandir el sonido de la estrella pop.
Canciones como ‘Smooth Criminal’, ‘Thriller’, ‘Billie Jean’, ‘Dangerous’ y Black and White’ fueron coreadas al unísono en aquellos conciertos por miles de fanáticos reunidos en el inmueble de la Ciudad de México, quienes presenciaron uno de los espectáculos que dejó una huella imborrable.
Pese a ser uno de los más recordados, lo ofrecido por la estrella oriunda de Indiana hace ya más de 20 años no ha sido el único evento musical memorable en el Estadio Azteca.
El 2 de octubre de 2010 la banda norteamericana The Black Eyed Peas abarrotó el inmueble. Un año más tarde, la agrupación irlandesa U2 fue capaz de llenar el Coloso mexicano durante tres noches.
Varios meses después, el legendario músico inglés Paul McCartney ofreció uno de los conciertos más destacados y recordados como parte de su gira ‘On The Run Tour’.
