Con cierto ingenio literario para el desahogo verbal, un hincha en la tribuna cantó feliz: "Árbitro, querido, te queremos como amigo", mientras alzaba un ramo de olivo en el debut del equipo de futbol Papa Francisco, que terminó con un empate y cuatro expulsados.
En la cancha abundó la pierna fuerte y el árbitro mostró cuatro veces la tarjeta roja, dos de ellas a jugadores de Papa Francisco, equipo fundado hace seis meses en homenaje al Sumo Pontífice y que el sábado igualó 2-2 ante Trefules por una Liga menor de la Asociación de Futbol Argentino (AFA).
Lejos de la violencia de las barras bravas que suelen asolar las canchas argentinas, el minúsculo grupo de "Barras santas" formaba parte de unas 150 personas y dos perros que paseaban por ahí. Todos fueron testigos del debut de Papa Francisco en un campo municipal de Luján, 60 kilómetros al oeste de la capital argentina.
"El Santo del sur", como se apoda al equipo, participa de la liga regional de Luján, una especie de sexta división del futbol argentino de la que forman parte 17 conjuntos. Los cuatro primeros seguirán adelante para medirse con ganadores de otras ligas equivalentes a fin de ascender a un nivel superior, y varios de ellos en un par de años hasta podrían codearse con Boca Juniors, River Plate y San Lorenzo, equipo este último del cual es hincha el papa.
Con el partido empatado 1-1, y entre un par de expulsiones, Trefules desniveló al promediar el segundo tiempo con un gol de penal de David Hengen, quien de inmediato vio la tarjeta roja, ya tenía una amarilla, porque tras convertir el gol casi se sacó la camiseta y mostró otra que tenía debajo con la inscripción "Dios Te Ama".
El plantel de 37 jugadores del Papa Francisco es semiprofesional; cada uno de ellos cobra el equivalente a 90 dólares mensuales de viáticos y su técnico es Horacio Acosta, un defensor que fue campeón con Boca Juniors en 1992 cuando lo dirigía el actual técnico de Uruguay, Óscar Tabárez.