El partido entre Levante y Elche comenzó con un emotivo minuto de silencio, en honor a las víctimas de la reciente DANA que afectó la región.
Ambos equipos portaron brazaletes negros en señal de luto, y los aficionados mostraron su apoyo con pancartas llenas de mensajes de solidaridad. Pero lo que más impactó fue la entrada al campo de los jugadores, vistiendo camisetas cubiertas de lodo.
Este gesto no solo rindió homenaje a las víctimas, sino que también fue una forma de conectar con el dolor de los afectados y de mostrar un respaldo tangible en medio de la tragedia. Además, los jugadores se sumaron a una campaña de solidaridad al comprometerse a donar sus camisetas.
El regreso del futbol a Valencia, tras la devastación de la DANA, se vivió con el estadio Ciutat de Valencia como escenario de un conmovedor acto de unión y esperanza.
El silencio durante el minuto de homenaje se sintió como un tributo sincero, lleno de respeto.
Los jugadores del Levante, con sus uniformes embarrados, simbolizaron la cercanía con el dolor de la comunidad, convirtiendo el partido en un evento que fue más allá del deporte, tocando profundamente a todos los presentes.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: ¿Qué necesita México para eliminar a Honduras?