Segunda parada, llegamos a Gdansk en medio de una hermosa tormenta invernal. Una nevada iluminó nuestro camino por épicas calles que parecen sacadas de un cuento.
A diferencia de lo vivido en Bélgica, una noche (la cual comienza desde las cinco de la tarde) nos ha dejado un gran sabor de boca, a pesar de que en Bruselas parecíamos estar en la capital de Europa, los polacos tienen una sintonía diferente con los turistas, aquí no ha valido el idioma, es difícil que alguien se comunique en inglés y mucho menos en español.
Aunque hay una canción de moda por todos lados que los polacos identifican cien por ciento con México, nada más y nada menos que ‘Despacito’. Basta con que alguien pregunte de dónde somos, para que expresen esa conexión por la canción de moda, la que puede ser difícil de pronunciar para ellos, pero aun así saben en perfecta entonación el coro.
Y para prueba, bastó entrar a un par de bares o incluso restaurantes en los que, de fondo, en algún momento de la noche sonaba la canción. Es sorprendente el auge que tiene el dueto de Luis Fonsi y Daddy Yankee en estos momentos por toda Europa, pero no se trata sólo de una canción.
Los latinos estamos pisando fuerte en territorio europeo, ya que el género de música más escuchado es el reggaeton gracias a esta canción. El ritmo ha sido contagioso y de a poco se ha ido expandiendo más de una canción que comúnmente escuchamos en los centros nocturnos del suelo mexicano.