El luchador irlandés Conor McGregor, estrella de las artes marciales mixtas, fue multado con 400 euros por exceso de velocidad por un juzgado de Dublín, después de advertirle de que sería detenido si no se presentaba en persona para testificar.
La juez Miriam Walsh lanzó esa amenaza en una vista a la que solo asistió el abogado de McGregor, quien, no obstante, se personó en el tribunal pocas horas después para evitar el arresto y una multa mayor.
El deportista, de 29 años, se declaró culpable de conducir el pasado 31 de marzo a casi 160 kilómetros por hora por una carretera con límite de 100 kilómetros por hora de las afueras de Dublín, una infracción por la que pidió perdón y cuya multa de 80 euros trató de pagar por correo, si bien un error burocrático, dijo, lo impidió.
Walsh se mostró "molesta" por la tercera ausencia de McGregor en su sala, después de que éste no apareciera en dos vistas anteriores en las que tenía previsto testificar.
Cuando por fin se personó, en la cuarta citación, la juez le impuso una multa de 400 euros y explicó que tenía dos meses para abonarla y que podía hacerlo, además, por plazos, lo que provocó risas entre algunos de los presentes en el juicio.
McGregor presumió hace poco de que ganaba muchos millones de euros por cada pelea, una declaración que acrecentó su imagen de deportista bravucón y excesivo.
"Le tengo que preguntar una cosa, ¿Cuánto gana? Puede que parezca estúpido, pero se lo tengo que preguntar y, por favor, no me diga que gana 110 millones en un día", planteó la magistrada.
"Son 140 millones", respondió McGregor, quien volvió a provocar carcajadas en la sala.
El controvertido luchador no habló durante esta vista sobre la pelea que tuvo en un bar, situación que tiene en vilo a los medios de comunicación y a su legión de seguidores en Irlanda y en todo el mundo.
