Alexis Vega vivió momentos realmente complicados cuando visitó a su familia después del Guardianes 2020, cuando fueron eliminados por León.
El delantero de Chivas relató la vez que lo asaltaron y le pusieron una pistola en el estómago para despojarlo de algunas pertenencias.
“Traigo primos que me andan cuidando por lo mismo de que sabemos que vivimos en un barrio complicado, que está peligroso… vivo en un barrio que se llama Santa Isabel Tola, que lo rodea Tepito, la Gabriel Hernández, varias zonas que están complicadas en CDMX y siento que alguien del mismo barrio dio el pitazo y llegaron gente de otros lugares que me andaban viendo donde andaba.
“Yo veía a un wey de blanco que se venía acercando, y ya lo tuve a un metro. Pensé que me iba a pedir una foto y en eso me jala y me pone la pistola en el estómago, nunca me habían robado así. Me dice ‘dame el reloj’ y me quedé en shock. No contesto y mi tío le dice que estuviera tranquilo, hay niños. Sentí frío y mi reacción fue agachar la mirada y vi la pistola y levanté la mirada", mencionó en entrevista con su compañero Jesús Angulo.
De igual forma, Vega contó que el asaltante también le pidió el reloj a su pareja, quien salió corriendo para la casa.
“Le apunta a mi mujer y le dice ‘dame el reloj tú también’… siento que alguien del mismo barrio les había dicho, y mi mujer ¿sabes qué hace?, se mete corriendo a la casa. Imagínate un balazo y ya, uno sabes cómo va a reaccionar el que te roba.
“Me empieza a jalonear, mi mujer les dice que me estaban robando, y mis primos salen corriendo. El vato me va jalando para la calle y ya me enganché y le pegué un manotazo, le dije ‘qué quieres, ya llévate lo que tienes’”, agregó.
EL DÍA QUE SU FAMILIA LLENÓ LA BOMBONERA
Cuando Alexis debutó con Toluca, su familia le pidió casi 100 boletos para irlo a ver. Aquel día perdieron 0-1 contra Pachuca.
"Mi familia me pidió como 90 boletos, los de Toluca me echaron paro, había muchos boletos porque era en la noche y casi nadie iba.
"Anuncia el cuarto (árbitro) el cambio y cuando entro a la cancha entro con las lágrimas de fuera. Porque se me vino a la mente todo lo que había vivido. Desde viajar en metro, levantarme a las 4 de la mañana, que a veces no tenía ni para comer y cosas así me llegaron a la mente y pensé: 'Gracias a Dios he cumplido mi sueño'", añadió.