Nunca fue tanta Furia en un Mundial: España humilló a Costa Rica 7-0 y firmó su mayor goleada en la Copa del Mundo, un máquina de niños jugando futbol espectacular y contundente.
Los de Luis Enrique desnudaron la realidad de la Concacaf. Los Ticos no por nada fueron los últimos que agarrar un boleto al Mundial 2022. Aunque es el mismo balón, juegan a deportes distintos al de la selección ibérica. El histórico Keylor Navas quedó ridiculizado.
La Baby España tenía zapatos grandes por llenar, el peso que cargaron aquellas que se fueron retirando ya luego de conquistar el título de 2010. En su debut mundialista, esta versión de La Furia lo movió como almohada de plumas: fábrica de juego fantástico, de video juego. Estos niños ibéricos mueven el balón en el campo como si fuera una consola.
La primera mitad fulminó el partido: tres goles y dominio escalofriante. Lo de Pedri era de escándalo: 96% de efectividad de pases. Costa Rica, ni sus luces, perdida en el desierto árabe: se fue sin tiros. España facturó 545 pases completados por apenas 72.
Mucha presión y rozaron poste hasta que se destapó el frasco: Olmo recuperó rebote y definió (12’); centro de Jordi Alba y Asensio la cazó de zurda (22’); Ferran Torres transformó el penalti sobre el lateral izquierdo del Barcelona /(31’). Carnaval toda la vida, que se quedaba corto en la cuota de anotaciones. Posesión del 84.9% para los europeos.
Ferran amplió con (54’) y Gavi (75’); Navas cortó centro, pero Soler encontró (87’). La humillación absoluta la firmó Morata (90’). La mayor goleada en la historia español en una Copa del Mundo, superando el 6-1 a Bulgaria en 1998.
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