Durante el partido entre Uruguay y Venezuela, en la Copa América Centenario, el delantero uruguayo Luis Suárez, que se enojó por no saltar al césped en sustitución de un compañero, pero lo que probablemnete no sabía es que fue inscrito como jugador lesionado en el acta oficial, lo que según el reglamento del torneo le impedía jugar.
Las imágenes de televisión recogieron el enfado del ariete del Barcelona en el minuto 80 al ver que no era el futbolista elegido para ingresar al campo en el tercer cambio del conjunto charrúa.
Suárez le pidió explicaciones al ayudante de Oscar Tabárez, golpeó la caseta del banquillo y se quitó de mala gana el peto que llevaba mientras calentaba detrás del arco de Fernando Muslera.
Según informaron fuentes de la organización del torneo, ese tipo de inscripción supone que el futbolista puede calentar con sus compañeros, sentarse en el banquillo, ser sancionado por el árbitro y ser seleccionado para pasar el control antidopaje, pero no está facultado para disputar ni un solo minuto de juego.
La reacción de Suárez, sin embargo, hace suponer que no estaba al tanto de la situación y que confiaba en saltar a la cancha en los últimos minutos para tratar de conseguir el gol del empate uruguayo, en un partido que su selección perdió por 0-1.