Calandrieros de Guadalajara está resignados a que a partir de julio próximo desaparecerán las calandrias tradicionales jaladas por caballos, para hacer una transición a calandrias eléctricas.
A propósito de diferentes denuncias por maltrato animal y accidentes como desmayos por deshidratación o caídas por el pavimento reportados desde 2017, finalmente el Ayuntamiento de Guadalajara decidió que desde julio próximo, los calandrieros podrán seguir trabajando siempre y cuando utilicen vehículos eléctricos para pasear a los turistas nacionales y extranjeros, ya que se prohibirá el uso de equinos para este trabajo.
Por esta razón, calandrieros del Centro Histórico tapatío están resignados a cambiar con la tradición, aunque no están de acuerdo con que se les acuse de maltrato animal hacia los caballos.
“Yo me llevo a mi casa a los caballos. Tengo dos caballos, ya que un día trabajo uno y el otro descansa y al siguiente día nos traemos al que descansó. Eso del maltrato animal yo creo que no es cierto, ya que el animal es como parte de la familia para nosotros”, comentó para N+ Guadalajara, Martín Hernández, calandriero con 34 años de experiencia.
Actualmente son 55 las calandrias que circulan en el Centro Histórico de Guadalajara, de las cuales únicamente 16 son eléctricas, mientras que 39 son tradicionales, trabajadas por 86 caballos, con 24 hembras y 62 machas. Sin embargo, en menos de tres meses, estas calandrias deberán de hacer la transición para convertirse en vehículos que funcionen mediante energía eléctrica.
“Yo me voy a quedar con ellos, no sé los otros compañeros, ya sea si los van a donar o no. He invertido 25 mil pesos por cada caballo”, comentó otro calandriero.