El 24 de marzo de 2024, la Tierra experimentó una tormenta geomagnética G4 severa causada por una eyección de masa coronal del Sol. Esta es la tormenta más fuerte que ha golpeado el planeta hasta ahora. Como resultado, se esperan auroras boreales y australes, interrupciones en las comunicaciones por radio y satélite, y fluctuaciones en las redes eléctricas que pueden afectar a nivel mundial.
Tormenta geomagnética golpea a la Tierra
El Centro de Predicción del Clima Espacial ha emitido una alerta por una tormenta geomagnética severa causada por erupciones solares. La tormenta fue clasificada inicialmente como de rango menor, pero fue elevada a nivel G4. Se espera que el efecto de la tormenta dure hasta el lunes y las auroras podrían ser visibles en Europa y Asia.
¿Cómo protegerse de una Tormenta Geomagnética?
Desconectar dispositivos electrónicos, tener alimentos y agua sin depender de la electricidad y mantenerse informado sobre la tormenta.
¿Cuáles son las consecuencias de una Tormenta Geomagnética?
- Las redes eléctricas pueden generar corrientes eléctricas inducidas que pueden resultar en daños a los transformadores y otros dispositivos.
- Las comunicaciones pueden ser interrumpidas, lo que podría afectar a las redes de telefonía móvil, internet y televisión debido a interferencias en las comunicaciones por radio y satélite.
- El transporte puede causar interferencias en los sistemas de navegación GPS, lo que podría provocar interrupciones en el transporte aéreo, marítimo y terrestre.
Las tormentas geomagnéticas de nivel G4 pueden tener efectos variables dependiendo de la región y la infraestructura local, siendo las regiones en latitudes altas más susceptibles a estos fenómenos.
¿Por qué se producen las tormentas geomagnéticas?
Las tormentas geomagnéticas se producen debido a las perturbaciones en el campo magnético de la Tierra causadas por la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre. Cuando el viento solar, compuesto por partículas cargadas y campos magnéticos, choca con la magnetosfera, se generan corrientes eléctricas que pueden causar fluctuaciones en el campo magnético de la Tierra. Estas fluctuaciones pueden desencadenar tormentas geomagnéticas, que pueden tener efectos en las comunicaciones, los sistemas de navegación y las redes eléctricas.