El Papa Francisco permitirá a todos los sacerdotes que absuelvan a las mujeres del "pecado grave" del aborto, ampliando un permiso especial que había concedido en 2015 para el Año Santo de Misericordia que acaba de concluir.
"No existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido", indicó el papa en una Carta Apostólica publicada este lunes por el Vaticano. En el mismo texto, Francisco recalcó que "el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente".
Dado que la Iglesia católica considera el aborto un pecado tan grave, la absolución dependía de un obispo, que podía escuchar la confesión de la mujer o delegarla a un sacerdote experto en esas cuestiones.
Al permitir ahora a perpetuidad que todos los sacerdotes absuelvan el pecado del aborto, Francisco aplica su visión de una iglesia misericordiosa con esas mujeres que, como ha escrito en el pasado, consideraron que no tenían otra opción que tomar esa "decisión angustiante y dolorosa".
"Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial" para las fieles que tuvieron abortos, escribió el pontífice argentino.
Cabe señalar que esta nueva medida aplica para todas las personas que han participado en un aborto y no sólo a las mujeres que estuvieron embarazadas, por ejemplo, médicos y enfermeras.