El presidente filipino Rodrigo Duterte sigue extendiendo su gobierno de terror al asegurar que lanzará ataques aéreos en contra de las escuelas donde se enseñe a los niños a rebelarse contra el gobierno.
"Voy a bombardear esas escuelas. Voy a usar a las Fuerzas Armadas, la Fuerza Aérea de Filipinas... porque ustedes están operando de manera ilegal y enseñan a nuestros niños a rebelarse contra su gobierno", dijo el mandatario tras dar su informe de gobierno.
Las polémicas declaraciones tienen como fundamento que estas instituciones indígenas están operando bajo el control de las guerrillas.
Human Right Watch, organismo que vela por los derechos humanos, condenó las palabras del presidente y remarcó que un ataque en estas condiciones representaría un crimen de guerra.
"Al llamar a un ataque contra escuelas, Duterte está autorizando a los militares a cometer crímenes de guerra", afirmó Carlos Conde.
Es preciso mencionar que el derecho internacional prohíbe los ataques a escuelas y otras estructuras civiles e instó al político a respetar la declaración firmada en 2015.