Las elecciones para elegir al nuevo Presidente de México y otros 20 mil cargos de elección popular está por suceder el próximo 2 de junio, sin embargo, compartir una selfie con tu credencial del INE o del dedo entintado después votar podría ser más peligroso de lo que crees.
De acuerdo a un estudio de la empresa de ciberseguridad Kaspersky y retomada por el portal del periodista Joaquín López-Dóriga, 42% de los mexicanos considera que sus familiares comparten demasiada información de su vida en redes sociales, una situación que podría reflejarse cuando unos 15 millones de jóvenes voten por primera vez en los comisiones del próximo domingo.
Y es que es común que muchas personas compartan fotografías después de asistir a la casilla electoral a votar, sin embargo, esa práctica que podría parecer normal y hasta inocente, puede poner en riesgo a todo aquel que lo haga.
Por ejemplo, compartir una selfie con tu credencial para votar o incluso una foto con tu dedo entintado, podría ser suficiente para que los delincuentes cibernéticos vulneren tu seguridad y obtengan tus datos biométricos como las huellas dactilares, el reconocimiento facial y el escaneo de retina, herramientas que en la actualidad se usan para acceder a los celulares o dispositivos electrónicos, en donde tenemos toda nuestra información tanto personal, de trabajo y bancaria.
De igual manera, en la credencial del INE aparecen datos particulares como el domicilio, la fecha de nacimiento o la Clave Única de Registro de Población, conocida como CURP.
“Es un hábito de la vida digital que los usuarios compartan acontecimientos importantes en redes sociales, como lo es votar por primera vez. Pero les sugerimos evitar publicar fotos de su dedo entintado o con su INE para no exponer su huella digital ni otros datos personales.
“Se trata de información sensible que hoy se utiliza para acceder a nuestras cuentas en línea u otros servicios digitales y, al ser publicada en Internet, puede caer en manos de terceros que no dudarán en usarla indebidamente, por ejemplo, para suplantar nuestra identidad o venderla al mejor postor. No se trata de frenar nuestra actividad digital, pero sí de pensar antes de publicar y entender las posibles consecuencias para proteger lo más valioso que tenemos: nuestra identidad”, comentó Isabel Manjarrez, investigadora de seguridad del Equipo Global de Investigación y Análisis de Kaspersky.