Carter Blanchard, un niño de ocho años de Arkansas, Estados Unidos, constató a su corta edad que el perro es el mejor amigo del hombre.
El pequeño Carter sufría diariamente una gran depresión por tener una enfermedad llamada vitiligo, la cual destruye las células que producen el pigmento en la piel y provoca que aparezcan manchas blancas.
Esto le hizo perder la autoestima y hasta cierto punto estar disgustado con su rostro.
"Estaba en un colegio muy grande con muchos chicos y su cara se transformó muy rápido. Lo primero que me decía cuando se subía al auto era que odiaba su cara y cómo se veía", señaló la madre de Blanchard.
Aunque la vida era muy difícil para el pequeño, un día conocieron a través de imágenes de Facebook a Rowdy, un labrador de 13 años que padece la misma enfermedad.
Al darse cuenta que el can era popular a pesar del padecimiento, Carter se asombró, se sintió feliz y motivado.
Con el apoyo de la comunidad, la madre de Blanchard logró el contacto con la dueña de Rowdy y lograron juntarlos para disfrutar de un emotivo momento.