Adolescentes que cursan el bachillerato -e incluso la secundaria- usan solventes como tíner, tolueno, gasolina blanca o aguarrás para no sentir hambre y bajar de peso, sin importar que estas sustancias matan neuronas y pueden causar infartos o desequilibrios alimenticios.
Esta situación, que al parecer va en aumento, desató la alerta entre autoridades, expertos y padres de familia.
El secretario del Fideicomiso para la Investigación sobre Inhalables, Enrique Hernández, explicó que las jóvenes consumen las llamadas ‘mamilas’, que es una droga inhalable contenida en envases similares a los de perfumes para mujer hecha con tíner, tolueno, gasolina blanca o aguarrás, disfrazada con saborizante, aromatizante y colorante, para no sentir hambre y saltarse hasta dos comidas en un día.
Recordó que los primeros casos de los que se supo fue en 2013 en la delegación GAM, que junto con Iztapalapa e Iztacalco, son las demarcaciones con mayor consumo de solventes.
Su uso como droga ya se extendió a la clase media y no se limita a población en situación de calle o precariedad, abundó Hernández.
Según el artículo ‘Inhalables y otras aspiraciones’, los solventes tienen efectos negativos en el sistema nervioso, causan daño renal y hepático, en sistema respiratorio, en la sangre, en el corazón y durante el embarazo.