Al ser el último macho de su especie, Sudan, un rinoceronte blanco del norte, se volvió sumamente “codiciado”, no sólo por las dos hembras restantes (‘Najin’, su hija, y ‘Fatu’, su nieta), sino por los cazadores furtivos, quienes anhelaban sus cuernos para venderlos a 1.3 millones de pesos por kilo. A causa de esto, diariamente era custodiado por soldados de Kenia; hasta este martes, luego de que falleciera a causa de una infección a los 45 años.
Sudan tuvo una vida errante y complicada. A finales de los 70 fue rescatado de las llanuras africanas y trasladado al zoológico Dvur Králové, ubicado en la República Checa, allí tuvo a sus dos hijas ‘Najin’ y ‘Nabire’ (fallecida en 2015). Hace tres años, el refugiado volvió a su tierra natal junto a su no tan pequeña ‘Najin’. Desde entonces, la reserva natural de Laikipia se volvió su hogar; aunque lo acechaban peligrosos cazadores. Por ello, militares kenianos se convirtieron en sus incondicionales guardaespaldas.
“Soy único. Soy el último rinoceronte blanco macho de la Tierra. No quiero parecer un aprovechado, pero el destino de mi especie depende (literalmente) de mí. Mido 1.82 metros y peso 2.2 toneladas”, decía su perfil de Tinder, donde este ‘madurito’ buscó hallar pareja y reunir fondos.
Antes de que una infección le arrebatara la vida, científicos obtuvieron muestras de su semen.