El presidente de Haití Jovenel Moïse fue asesinado en su residencia privada por desconocidos en medio de una devastadora crisis política económica en el país.
La primera dama Martine Moïse resultó herida en el ataque y se encuentra hospitalizada, indicó el primer ministro interino Claude Joseph.
Joseph condenó el “detestable, inhumano y bárbaro acto” y afirmó que la Policía Nacional y otras autoridades tenían bajo control la situación en el país caribeño. Agregó que “la democracia y la república ganarán”.
Incluso antes del asesinato, Haití se había vuelto cada vez más inestable y descontento con Moïse. El presidente gobernó por decreto durante más de dos años después de que el país no pudo celebrar elecciones y la oposición exigió su renuncia en los últimos meses.
En la mañana del miércoles, las calles estaban prácticamente vacías en la capital Puerto Príncipe, pero algunas personas saquearon negocios en un área.
Joseph dijo que la policía fue enviada al Palacio Nacional y la comunidad de lujo de Pétionville y será enviada a otras áreas.
En el comunicado, el primer ministro indicó que algunos de los atacantes hablaban español, pero no ofrecieron más explicaciones. Más tarde dijo en un discurso de radio que hablaban español o inglés, sin ofrecer más detalles.
La Casa Blanca describió el ataque como “horrible” y “trágico” y dijo que aún estaba recopilando información sobre lo sucedido. El presidente Joe Biden será informado más tarde el miércoles por su equipo de seguridad nacional, dijo la portavoz Jen Psaki durante una entrevista en MSNBC.
Los problemas económicos, políticos y sociales de Haití se han profundizado recientemente, con la violencia de las pandillas aumentando en Puerto Príncipe, la inflación en espiral y la comida y el combustible escaseando en un país donde el 60% de la población gana menos de 2 dólares al día. Esto sucede mientras el país todavía intenta recuperarse del devastador terremoto de 2010 y del huracán Matthew de 2016.
Los líderes de la oposición acusaron a Moïse, que tenía 53 años, de buscar aumentar su poder, incluso mediante la aprobación de un decreto que limitaba los poderes de un tribunal que audita los contratos del gobierno y otro que creó una agencia de inteligencia que responde solo al presidente.
En los últimos meses, los líderes de la oposición exigieron su renuncia, argumentando que su mandato terminó legalmente en febrero de 2021. Moïse y simpatizantes sostuvieron que su mandato comenzó cuando asumió el cargo a principios de 2017, luego de una caótica elección que obligó al nombramiento de un presidente provisional que tendría que quedarse solo un año.
Haití tenía previsto celebrar elecciones generales a finales de este año.