En una noche que prometía ser como cualquier otra, el cielo de Turquía se vio iluminado por un espectáculo astronómico que dejó a sus habitantes y al mundo entero con la boca abierta. El 2 de septiembre, un meteorito de tonalidad verde cruzó el firmamento turco, iluminando el cielo nocturno y convirtiéndose en el tema de conversación en redes sociales y medios de comunicación a nivel global.
El fenómeno astronómico fue captado por múltiples cámaras y presenciado en directo por los habitantes de varias ciudades del este del país, incluyendo Kahramanmara, Erzurum, Gumushane, entre otras. Uno de los videos más impactantes muestra a un niño jugando con un globo en una plaza pública, cuando de repente, el cielo se ilumina con un resplandor verdoso que cambia de tonalidad, oscilando del verde al azul y finalmente al naranja.
El meteorito, que cayó alrededor de las 20:15 hora local, fue visible en el cielo de varias provincias turcas, generando conmoción y especulaciones sobre su origen. Se presume que el objeto celeste cayó en la provincia de Sanliurfa, aunque su luminosidad fue apreciada en regiones como Malatya, Erzurum, Elazig y Gaziantep.
Pero, ¿qué hace que un meteorito tenga esa tonalidad verde tan característica? La respuesta se encuentra en su composición. Los cuerpos celestes contienen diversos minerales que, al calentarse al entrar en la atmósfera terrestre, generan distintas coloraciones. En este caso, la presencia de níquel en el meteorito fue la responsable de ese impresionante color verde.
Los meteoritos, fragmentos de roca o metal que provienen del espacio exterior, al ingresar en la atmósfera de la Tierra, se calientan debido a la fricción con el aire, generando una brillante estela de luz conocida como "meteoro" o "estrella fugaz". Este fenómeno, aunque no es inusual, rara vez se presenta con tal magnitud y belleza, convirtiéndose en un recordatorio del vasto y misterioso universo que nos rodea.