Un hombre británico se ha lanzado a la solitaria tarea de salir a las calles de su ciudad y corregir los errores gramaticales que ve en las tiendas.
El individuo, que no ha sido identificado, cumple su autoimpuesto deber en la ciudad de Bristol, a 195 kilómetros al oeste de Londres.
El sujeto sale todas las noches con calcomanías blancas o negras, las cuales coloca sobre los letreros que considera mal escritos.
En una entrevista con la BBC, el individuo aseveró que lo que hace no debe ser considerado ilegal. Lo que debería ser ilegal, dice, es colocar carteles con semejantes errores.
Pero esto no es una nueva afición, ya que lo hace desde hace 13 años.