Este 4 de septiembre se cumplen 10 años de la muerte de Gustavo Adrián Cerati, quien desgraciadamente su estado de salud se complicó luego de una presentación en Venezuela.
El músico regresó a su camerino, luego de unos minutos llegó una ambulancia para atenderlo y transportarlo a la clínica La Trinida de Caracas para una revisón más profunda con unos análisis, mientras él no podía hablar ni mover su costado derecho.
Lo que primero reportaron como una descomposición por tanto estrés, luego hizo que el cantante cayera en coma, por lo que se tuvo que revelar que padeció en ese momento un accidente cerebrovascular y eso lo llevó a una muerte por un paro respiratorio a los 55 años.
Ve crecer a un gigante musical
A una década de su partida, quien mejor que hablar de Gustavo que su hermana Laura Cerati, quien lo vio crecer y convertirse en un monstruo dentro de la industria musical.
Con cariño recuerda cuando era niño y sus padres le regalaron su primera guitarra, la cual se la pasaba tocando y ella y su otra hermana le hacían coros en temas clásicos de la época.
“Siempre era un los acontecimiento cuando tocaba en vivo, e íbamos con mis amigas adonde fuera, ya desde Vozarrón, que hacía jazz-rock. Era ir a ver a mi ídolo, mi gran hermano. Después se sumó más gente y había que compartirlo, pero mis amigos éramos todos jóvenes y era la misma movida, por ejemplo verlo con Soda en La Esquina del Sol”, contó a el Clarín.
Sus padres los apoyaron
Lejos de retirarlo del rock al descubrir sus primeros bandas como Led Zeppelin y Deep Purple, los padres de Gustavo lo apoyaron hasta más no poder.
“Más que resistencia, le pedían condiciones, como estudiar. Podía hacer lo que quería, pero siempre mientras estudiaba algo. Mi viejo viajaba bastante por trabajo y le traía discos o efectos para la guitarra, pero siempre estaba esa condición de estudiar. Además, como todo joven, necesitaba generar dinero, así que trabajó en cosas bastante graciosas, como llenar cartuchos de tinta, ensuciándose las manos. Después se copó comprando herramientas para hacer pulseritas y venderlas en Plaza Italia. Y después trabajó en un laboratorio", recordó Laura.
Laura Cerarti, mánager de Soda Stereo
Cuando Gustavo Adrián tomó fuerza dentro de la música, nunca se despegó de su familia, tan es así que su padre les abrió una editorial musical y Laura su hermana menor hacía la mercancía de Soda Stereo para venderla en los conciertos.
“Acompañaba a mi padre y a Gustavo, entendiendo un poco de qué iba la cosa. Lo ayudaba con ir a las imprentas para hacer las partituras y transcribirlas. Después, cuando mi padre murió, tomé la posta de eso. Así que fui acompañando a mi hermano en todo”, detalló.
Laura también acompañó a su hermano en su faceta de solista y hasta el reencuentro de Soda, pero sin duda ella disfrutó más la etapa de solitario.
“Es increíble. A pesar que su carrera siempre fue tan vertiginosa y popular estando él, la verdad es que los fans siempre están comentando algo y lo que sigue pasando sí es impresionante. Es increíble porque al haber hecho tanta buena música, la gente lo redescubre o los padres se lo transmiten a sus hijos y los chicos jóvenes lo descubren acá y en otras partes del mundo. Evidentemente sus letras son vigentes y siempre se meten en alguna instancia de la vida de cada quien”, concluyó.