Tras el sismo de 8.2 grados que sacudió a México la noche del jueves 7 de septiembre, el presidente Enrique Peña Nieto declaró luto nacional.
Durante su visita a Juchitán, Oaxaca, uno de los lugares más afectados por el terremoto, el mandatario ordenó que las banderas de todas las plazas del país sean colocadas a media asta.
Por otro lado, Peña Nieto destacó que "restablecer el abasto de agua y alimentos, así como la atención médica de las personas afectadas" son las prioridades que se tienen en Juchitán.
El número de fallecidos por el sismo se elevó a 58, de los cuales 45 eran oaxaqueños, 10 chiapanecos y tres tabasqueños.