El Ejército tuvo que dejar en libertad a Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo, luego de que fuera detenido en una vivienda de un fraccionamiento en Culiacán, Sinaloa, y que a raíz de esto se desataran balaceras en varias partes de aquella ciudad.
Alfonso Durazo Montaño, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), dijo a Reuters que el vástago de Joaquín Guzmán Loera fue puesto en libertad para "proteger vidas" en la ciudad del noroeste de México.
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"Con el propósito de salvaguardar el bien superior, la integridad y la tranquilidad de los habitantes de Culiacán, el gabinete de seguridad determinó suspender las acciones operativas con los elementos militares, y trasladarse a Culiacán para conducir las acciones correspondientes", expresó en un mensaje videograbado.
Previamente, Durazo explicó que 30 elementos de la Guardia Nacional y del Ejército realizaban un patrullaje cuando fueron agredidos desde una vivienda. Los militares repelieron la agresión, tomaron control del domicilio y fue entonces cuando localizaron en su interior a cuatro personas, una de ellas Guzmán López.
