Alrededor de 141 personas quedaron atrapadas bajo escombros de barro y piedras al suroeste de China, luego de un deslizamiento en la comunidad de Maoxian; la zona más afectada fue la montaña de Sichuan, muy cercana al Tíbet.
Autoridades orientales informaron que el alud arrasó con 60 casas; mientras que medios locales informaron, en un inicio, que sólo una pareja y su bebé fueron rescatados con vida y trasladados al hospital, a pesar del esfuerzo de los más de 400 equipos de rescate que ya trabajan en Maoxian.
Más tarde, mediante un informe oficial se supo que 15 cadáveres habían sido recuperados. Por la magnitud de la catástrofe, calculan que murieron alrededor de 100 personas que habitaban allí.
El derrumbe de piedras cayó unos 800 metros, sepultando un perímetro de aproximadamente dos kilómetros.
Estiman que algunos motivos del deslizamiento fueron las tormentas que azotaron durante las últimas semanas en la zona montañosa de Shinchuan, las cuales ablandaron la tierra, provocando la tragedia.
Los cuerpo de rescate, con ayuda de familiares de las víctimas, continuarán removiendo los escombros en busca de más personas con vida.