México indicó el miércoles que por fin prevé empezar a enviar vacunas de AstraZeneca contra el COVID-19 desde una planta privada de relleno y embotellado para finales de mayo, luego de una demora de casi tres meses.
La vacuna es producida en Argentina, pero el ingrediente activo es enviado a México para su mezcla y embotellamiento.
México, Argentina y otros países de Latinoamérica preveían que millones de dosis de la vacuna contra el COVID-19 comenzarían a circular desde marzo, pero probablemente no las recibirán sino hasta junio.
El canciller mexicano Marcelo Ebrard dijo el miércoles que la planta de Liomont tuvo problemas para obtener unos filtros especiales y otros equipos.
“Han batallado mucho para conseguir los filtros, las casetas de revisión. Trajeron equipos muy avanzados, que tomó algo de tiempo poder ponerlos a funcionar para este objetivo”, señaló Ebrard durante un recorrido por la planta.
El canciller dijo que los primeros lotes deberían estar listos para el 24 o 25 de mayo, los cuales serían enviados dentro del país, así como a Argentina y a otras naciones de América Latina, una de las regiones más afectadas por la pandemia.
Ebrard había dicho previamente que el proceso de embotellamiento de las dosis de AstraZeneca en México se había demorado por diversos motivos. El proyecto cuenta con el respaldo de la fundación del multimillonario Carlos Slim.
Las autoridades mexicanas señalaron en febrero que anticipaban contar con 10 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca en marzo, 15,7 millones en abril y el mismo número en mayo, para un total de 41,1 millones de dosis. En lugar de ello, para el 18 de mayo México apenas tenía unas 4,6 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca, todas enviadas desde el extranjero.
México también embotella en otra planta la vacuna de CanSino, desarrollada en China, en un proceso que tuvo mucho menos problemas.