Fidel Castro no sólo revolucionó la política en su país, sino también lo hizo en el ámbito del deporte, donde impulsó fervientemente a las disciplinas olímpicas, así como al beisbol, debido a su pasión por la pelota caliente.
El exmandatario dejó un legado en todos los atletas que tuvieron participación en las justas veraniegas durante su estancia en el poder de la isla; Cuba obtuvo un total de 77 medallas doradas, 65 de plata y 71 de bronce, convirtiéndose en el mandamás de Latinoamérica.
Además, a pesar de que Castro no era titular en su equipo de futbol del colegio, el revolucionario tenía gran interés en el balompié mundial, tanto que siempre tuvo una relación muy cercana con el exastro argentino, Diego Armando Maradona, siendo los dos grandes amigos e, incluso, el exjugador del Nápoles alguna vez apoyó el movimiento marxista del cubano.
El beisbol también un gran salto con Fidel Castro al frente del gobierno, pues la selección tuvo grandes participaciones en esta disciplina, que les dio una gran satisfacción, cuando en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, los cubanos se impusieron a los dominantes de esta rama, Estados Unidos, colgándose la medalla de oro y rezagando a los creadores de las Grandes Ligas al segundo lugar del podio.
Pero también el deporte de los puños vivió grandes momentos; incluso el exmandatario recibió a Muhammad Ali, con quien compartió momentos de risa y de peculiares frases, como cuando Castro le pidió a Ali que le diera un golpe.
Al expresidente también se le vio jugando golf durante sus épocas como líder de Cuba; sin embargo, este deporte no tuvo tanto peso en las disciplinas practicadas por los habitantes de laa isla.
Sin duda alguna, el cubano no sólo cambió la visión de un país en cuestiones de político, pero también le dio un giro de 360 grados a una selección de atletas que se impusieron y se proclamaron los máximos exponentes del deporte de Latinoamérica.
