Los burdeles han dado un giro de 180 grados en la Unión Europea y es por eso que el uso de los servicios de mujeres quedó en el pasado y ahora, muñecas se encargan de cumplir las fantasías de clientes.
Barcelona es el lugar en donde se creó esta nueva modalidad, en un lugar llamado 'Lumi Dolls', y donde diversas personas han elegido cumplir sus placeres, con el uso de 'féminas' hechas de plástico con diferentes características para todos los gustos.
En un recóndito lugar de Cataluña, que sólo puede ser descifrado haciendo una cita, los clientes pueden conocer a Lili, de rasgos asiáticos y baja estatura; a Katy, una rubia de ojos azules y grandes atributos; Leiza una muñeca con características africanas; y Aki, con pelo azul y con apariencia a un dibujo de animé.
El costo de las sesiones con estas mujeres plastificadas va desde los 80 euros (mil 672 pesos) por una hora, hasta los 120 euros (dos mil 502 pesos) por 120 minutos de satisfacción.