Medios cubanos reportan que un Boeing 737 de la aerolínea estatal Cubana con 104 pasajeros y nueve tripulantes a bordo se estrelló al despegar del aeropuerto internacional José Martí en La Habana. Hasta el momento se reporta que tres personas sobrevivieron al accidente, aunque están en condiciones criticas.
Más tarde, la compañía mexicana a la que pertenecía el avión dio a conocer que éste era operado por seis tripulantes de origen mexicano. No se han ofrecido más precisiones sobre el total ni la nacionalidad de las personas a bordo, aunque se estima que en la mayoría eran extranjeros.
Poco después, el avión yacía dañado y quemado sobre un campo de cultivo de yuca mientas bomberos rociaban agua sobre los restos de su estructura. La televisión estatal y medios digitales han dicho que se dirigía a la ciudad de Holguín (Este de la isla), y el accidente ocurrió entre La Habana y el pueblo cercano de Santiago de Las Vegas.
Autoridades que incluyen al presidente Miguel Díaz-Canel se dirigieron al sitio junto con personal médico y ambulancias. Residentes del área rural dijeron que habían visto algunos sobrevivientes siendo trasladados en ambulancias.
Un oficial militar que pidió el anonimato porque no está autorizado para dar declaraciones dijo que al parecer había tres sobrevivientes en condición crítica, pero otras autoridades se negaron a confirmar ese dato.
El avión había sido rentado por Cubana, que ha retirado varios de sus aviones viejos de servicio en meses recientes debido a problemas mecánicos. El primer vicepresidente, Salvador Valdés Mesa, se encontró el jueves con funcionarios de la aerolínea para discutir mejoras en su servicio, que recibía fuertes críticas.
En abril del año pasado, un avión militar cubano se estrelló en la provincia de Artemisa y murieron ocho miembros de la tropa que estaban a bordo. La aeronave de fabricación soviética AN-26 despegó de Playa Baracoa, a las afueras de La Habana, y el accidente ocurrió cerca del pueblo de Candelaria, a unos 65 kilómetros de ahí.