El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, concretó este miércoles su plan de austeridad gubernamental para afrontar la pandemia del COVID-19, que incluye un recorte de hasta el 25% de los sueldos de altos cargos y la supresión de 10 subsecretarías.
"Vamos a demostrar que hay otra forma de enfrentar la crisis sanitaria y la crisis económica, siempre y cuando no se permita la corrupción y se fortalezcan los valores y principios y se gobierne para y con el pueblo", expresó AMLO al anunciar el decreto que implementará el plan de austeridad de la administración.
El mandatario anunció que se recortarán los sueldos de los altos cargos del Gobierno federal de forma progresiva hasta un 25%, es decir, se bajará más el sueldo del presidente que el de los subdirectores.
Anunció que "no será despedido ningún trabajador, pero no habrá incremento de personal" en la administración federal, y se suprimirán 10 subsecretarías del Gobierno, aunque sus trabajadores serán reubicados en otras dependencias.
Se congelará el 75% del presupuesto gubernamental para materiales y suministros, y se cerrarán todas las oficinas con excepción de las que atienden de manera directa al público o se consideran esenciales.
Como ya había anunciado el presidente, quedan pospuestos los gastos del Gobierno con excepción de los programas de becas y pensiones, así como las obras de infraestructura emblema de López Obrador: el nuevo aeropuerto capitalino, la nueva refinería en Tabasco y el ferrocarril turístico Tren Maya, entre otros.
Según el presidente, estas acciones permitirán al país afrontar la crisis económica derivada de la pandemia "sin aumentar el precio de los combustibles, sin aumentar impuestos y sin endeudar el país", sus grandes obstinaciones.
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