Tras ser llevado ante audiencia, un juez dictó el sábado prisión preventiva a un policía de un municipio del estado mexicano de Oaxaca acusado de asesinar a un menor de edad mexicano-estadounidense.
Alexander Martínez, quien nació en Carolina del Norte pero pasó la mayor parte de su vida en México, murió el martes 9 de junio de un disparo en la cabeza cuando circulaba en su moto en el municipio de Acatlán de Pérez Figueroa, Oaxaca, al sur del país.
El caso causó revuelo en todo el país por tratarse de un caso de abuso policial más que se da apenas unos días después de que otro joven muriera luego de ser detenido por policías en el occidental estado de Jalisco presuntamente por no portar cubrebocas.
De acuerdo con la fiscalía general de esa entidad, una patrulla de la policía municipal de ese estado manejaba en sentido contrario con las luces apagadas cuando le cerró el paso a Martínez y ocho de sus amigos.
“Posteriormente, de la cabina trasera de la patrulla descendió el policía municipal S. R. R., quien portaba una escopeta y realizó un disparo contra el adolescente, privándolo de la vida”, señaló la fiscalía en un comunicado.
La dependencia informó que otro joven que acompañaba a Martínez resultó lesionado al derrapar su motocicleta y fue llevado a un hospital de la zona, donde se le reporta estable.
Al momento de su muerte, Martínez traía en sus pertenencias una licencia de manejo de Carolina del Norte, pero desde el año pasado vivía con su madre en una comunidad de Acatlán de donde el martes, el día del incidente, salió en su moto con unos amigos a comprar refrescos para celebrar un cumpleaños.
Acatlán de Pérez Figueroa está sumido en la inseguridad y la violencia. Casi fronterizo con el estado de Veracruz, es zona de tránsito de droga y de migrantes donde operan diversos grupos del crimen organizado y donde la policía local genera suspicacias.
La fiscalía de Oaxaca investiga, además, a varios agentes municipales por el presunto uso excesivo de la fuerza en un suceso de mediados de mayo que se saldó con seis sospechosos muertos.