Katie Taylor (21-0, 6 KO’s) y Amanda Serrano (42-2-1, 30 KO`s) hicieron historia al protagonizar una de las grandes batallas del pugilismo femenil que, se espera, sea un parteaguas en la industria para las mujeres.
Taylor hizo la sexta defensa exitosa como campeona mundial indiscutida de peso Ligero tras derrotar en una polémica Decisión Dividida a la puertorriqueña con tarjetas por 96-94 para Serrano y 97-93 y 96-93 para la irlandesa. La polémica se generó debido a que en el ring la pelea estuvo más cerrada y Katie estuvo a punto de visitar la lona.
La campeona olímpica en Londres 2012 conquistó el cetro de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), que estaba vacante, en octubre de 2017 tras derrotar a la argentina Anahí Sánchez.
En abril de 2018 sumó el fajín de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), en marzo de 2019 ganó el de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) y en junio de ese mismo año se coronó campeona indiscutida tras adjudicarse
el título del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Coronas que defendió con éxito ante Delfine Persoon, Miriam Gutiérrez, Natasha Jonas, Jennifer Han y Firuza Sharipova.
De acuerdo con los promotores, las pioneras del pugilismo femenil cobraron un millón de dólares, más el porcentaje de ventas por el sistema de “Pago Por Evento” (PPV).
Gracias a la batalla épica, el espectáculo y la entrega que Taylor y Serrano mostraron en el ring del Madison Square Garden, se espera que las bolsas económicas para las peleadoras se eleve y haya más carteleras protagonizadas por mujeres en el boxeo de paga.
