En un verdadero choque de gigantes, el ucraniano Oleksandr Usyk se convierte en el nuevo campeón indiscutido de los pesos pesados, quitándole el invicto a Tyson Fury, quien llegaba como favorito al combate.
En los primeros rounds del combate, el pugilista ucraniano Oleksandr Usyk fue quien salió a buscar a Tyson Fury y a pesar de que logró conectar un par de buenos golpes, la considerable diferencia de talla le favorecía al Fury, quien con menos golpes lograba hacer mas daño a su rival en el incio del combate.
Tyson Fury se notaba bastante confiado sabiendo de su superioridad encima del ring, inclusive se dio el ‘lujo’ de burlarse de Usyk y mientras se encontraba acorralado en la esquina, emular al mítico ‘Muhammad Ali’, con la guardia abajo, una sonrisa retadora y moviendo la cintura, para invitar a su rival a conectarlo
A partir del quinto asalto fue cuando el combato se empezó a inclinar hacia el pugilista del Reino Unido y comenzó a dar muestra del portento físico que posee, conectando una combinación de dos golpes en el sexto round que dejó tambaleando a Usyk.
El octavo asalto fue de reivindicación total para Usyk, pues a pesar de ya haber sido castigado por Fury, de nueva cuenta salió a buscar a Tyson y lo conecto de manera potente en el rostro, dejando tocado a ‘The Gyspy King’.
Aprovechando lo lastimado que estaba su rival, Usyk conecto dos uppercut en el mentón de Fury que lo dejó al borde del knockout, se sostuvo de las cuerdas y el réferi si contó como una caída, pero el ucraniano no pudo sentenciar el combate ya que el round había llegado a su fin.
Tal y como lo hizo los 11 asaltos previos, Usyk salió a buscar a Fury en el último round, pero no le alcanzó para definir el combate por la vía del nocaut, como era de esperarse y el resultado se terminó definiendo el las tarjetas (115-112, 114-113,114-113), donde por decisión divida se terminó llevando la pelea y los campeonatos.