Amado por muchos y odiado por otros tantos, el mejor libra por libra del planeta, Saúl Álvarez es sinónimo de lucha, de garra, de disciplina, esfuerzo, dedicación y de éxito.
Como miles de mexicanos, 'Canelo' Álvarez tuvo que trabajar desde pequeño para ayudar a su familia a salir adelante. Desde los cinco años de edad aprendió a ganarse el dinero, descubrió que la única manera de triunfar era el trabajo duro y no se rindió hasta alcanzar sus objetivos.
“Le ayudaba a mi papá a hacer las paletas, a hacer las nieves, a surtir todas las paleterías. También me subía a los camiones a vender paletas. Me siento orgulloso de eso porque me enseñó a trabajar, a ser responsable y desde los cinco años le ayudo a mi papá, a los siete años empiezo a subir a los camiones a vender paletas. Siempre le decía a mi mamá: ‘Cuando gane mucho dinero, te voy a comprar esto, el otro’, su casa porque ese era su sueño, tener su carro. Le dije: ‘voy a cumplir tus sueños’.
“Era una motivación para mí, ver la vida de diferente manera. Quizás no tuve la infancia que cualquier niño pudiera tener, pero la verdad me siento muy contento porque siento que no soy normal y no vine a ser normal a este mundo, vine a hacer esto que estoy haciendo y siempre Dios sabe por qué hace las cosas”, mencionó el púgil mexicano en entrevista con DAZN, en el marco de la primera defensa de sus títulos Supermediano CMB y AMB ante el turco Avni Yildirim (21-2, 12 KO´s).
Lejos quedó su debut profesional, en octubre de 2005, en el que recibió 800 pesos de salario. Hoy en día es una de las grandes estrellas del pugilismo, una máquina de hacer billetes y el deportista tricolor mejor pagado de la historia.
"Me acuerdo muy bien de esa pelea, estaba bien emocionado, bien motivado. Gané 800 pesos en esa pelea y la mitad me lo pagaron con boletos, y como tengo mucha familia, nada más gané la mitad”, recordó.
Canelo, quien este 2021 quiere convertirse en el primer mexicano campeón mundial unificado en las 168 libras, asegura que la mejor etapa de su carrera está por llegar.